Literatura entre rejas (I).

La literatura es una de mis aficiones, un hobby al que le puedo dedicar estos días más tiempo del habitual por razones obvias. Como lector tampoco soy muy exquisito ni tengo género ni escritor favoritos; eso sí, una vez que empiezo una novela, intento terminarla. No hay cosa que más rabia me de que no poder acabar un libro, es como cuando te tienes que bajar de una vía y te quedas con la sensación de no estar a su altura. Por suerte a veces vuelves más entrenado y lo consigues.
Lo mismo me pasa con la Literatura, más de una vez he leído una novela tras varios intentos fallidos, y más de una vez también, he tirado la toalla definitivamente.
De todos modos, los gustos son muy personales y más con los libros. Además, que algo nos entusiasme depende mucho de en qué momento lo leamos. Por eso no es extraño que lo que una vez nos impactó posteriormente nos decepcione o viceversa.
La Literatura de montaña permite en mi caso conjugar dos de mis aficiones. La ventaja de este género es que suelen ser libros sencillos y de fácil lectura, aunque a veces caen en el típico recital de batallitas y de superegos En fin, simplemente recomendaré algún libro de montaña que por lo que sea, a mi me ha gustado. 

CAMPO 4. Recuerdos de un escalador de Yosemite. Steve Roper. 2002. Ediciones Desnivel.

Este libro lo leí hace años y me gustó mucho. Su autor fue uno de los testigos de la edad de oro de la escalada en Yosemite y nos narra de forma amena su inicio y desarrollo en el valle y los acontecimientos más remarcables de aquellos años. El libro termina con el fin de esta época en el valle que Roper data a principios de los 70, coincidiendo con el desequipamiento de la vía de Warren Harding en el Dawn Wall por razones éticas, y todo su revuelo posterior.
Las historias que se cuentan en sus páginas son bien antiguas y muchos de sus protagonistas o ya han fallecido, o son octogenarios (Muir, Salathé, Harding, Robbins, Chouinard, Frost, Pratt...), sin embargo son relatos que han envejecido muy bien.
La escalada en aquella época era algo muy marginal y underground y aquella generación se convirtió en la élite del momento probablemente sin darse cuenta.
Son historias a ritmo de beatniks, Kerouac, hippies, psicodelia, escalada libre, mucha ética y equipamientos y desequipamientos...como si no hubiera pasado el tiempo.

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