Pared de Ogoño. -08/12/2011;
Nunca había escalado en el sector de la derceha en Ogoño. Sus vías no llegan a los 100m, es normal que llamen más la atención las de la zona central más largas. Sin embargo se acaba de instalar una cadena que evita bajar rapelando a pie de vía. Esto permite encadenar varias rutas en el día sin el incordio de rapelar cada vez y ganando unos minutos.
Me junto con Jorge Ferrero y probamos la última apertuta de la pared: "Iratz", de Octubre de 2011, la vía está bien, sobre todo el primer largo.
Seguimos por la de su izda: "Kkerogúen", una joyita, los tres largos son muy buenos y en estilos muy diferentes.
Para terminar la siguiente a la izda: la clásica "Mailua". Muy bonita sobre todo el diedro del segundo largo.
Ogoño, maite zaitut, irrikan nago itzultzeko
Me junto con Jorge Ferrero y probamos la última apertuta de la pared: "Iratz", de Octubre de 2011, la vía está bien, sobre todo el primer largo.
Seguimos por la de su izda: "Kkerogúen", una joyita, los tres largos son muy buenos y en estilos muy diferentes.
Para terminar la siguiente a la izda: la clásica "Mailua". Muy bonita sobre todo el diedro del segundo largo.
Ogoño, maite zaitut, irrikan nago itzultzeko
Primer largo de la Iratz, esta travesía es muy buena y con canto, 6a+. 
Jorge llegando a la primera reunión, el paso más duro está arriba, fino de dedos.
Jorge en el 6a del segundo largo. 
Tercer largo, 6a muy corto, es un bombo con la dificultad concentrada. A por otra. 
El primer largo de la kekerogüen concentra sus dificultades al inicio, unos pasos desplomados y rocodromeros, 6b+ fácil de leer a vista.
Jorge en el segundo largo de la kekerogüen, 6b. 
Lo más difícil está en la llegada a la reunión.
Una plaquita fina de navegar con los pies. 
El último largo, 6a no tiene desperdicio, también en placa con buenos cantos distanciados.
Jorge en el primer largo de la Mailua, 6a fino y lavado.
El segundo largo es muy fácil, V. 
Se trata de un diedro de libro, el largo es buenísimo.
El último largo, V, empieza en travesía.
Es una placa tumbada. 
En su final sale al recto coincidiendo con la kekerogüen.
Un madrileño en Ogoño. 
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