Topo del Puyehue desde la zona del refugio.
Después de la excursioncita del Casablanca, me vuelvo a juntar con el grupo. La cita es en el Caulle; un fundo o hacienda que se encuentra en la carretera internacional que une Osorno con Bariloche. El lugar está poco antes de la aduana chilena.
En esta granja, tienen alojamiento y es el inicio de la ascensión al volcán; ojo que hay que pagar 7000 pesos sólo por entrar. Aunque la cima ronda "sólo" los 2200 metros, la excursioncita es una paliza ya que se empiza a subir a 350 metros de altitud. La ascensión se puede cortar en dos días ya que en la salida del bosque sobre los 1300 metros hay un refugio con literas, de todos modos apretando un poco más se hace en el día, a nosotros nos llevó unas 10 horas.
Este volcán tiene el cráter más grande que he visto hasta ahora, sólo por ello vale la pena, aunque el paseo en el bosque y el lugar tampoco desmerecen lo más mínimo. Próxima cita: El Tronador
Mapa de la zona, fijaros en el cráter.
Entrada al fundo del Caulle, al fondo el volcán Puyehue.
Ascendiendo por el bosque.
Oier saliendo del bosque.
Refugio del Puyehue.
Otra toma del refugio.
Últimos metros antes de la cima.
Txasti en la cima, a su derecha el Puntiagudo.
Todo el grupo en la cima.
El enorme cráter del Volcán Puyehue.
Oier en la parte superior del descenso.
Dicen que para que un viraje sea Telemark se tiene que ver la suela de la bota.
Bonito estilo el de Aitor, ¡vaya progresión!
Txasti suelta gas ante el Tronador, el siguiente objetivo.
Oier angulando cadera.
En algunos tramos los cantos sacaban chispas. En el Puyehue falló la nieve polvo.
Txasti ante los lagos de Puyehue; allí se encuentra Entrelagos.
Aitor quemando ruedas.
Al fondo el Tronador, ¿se portará bien con nosotros?.
Mapa de la zona, fijaros en el cráter. Entrada al fundo del Caulle, al fondo el volcán Puyehue. Ascendiendo por el bosque. Oier saliendo del bosque. Refugio del Puyehue. Otra toma del refugio. Últimos metros antes de la cima. Txasti en la cima, a su derecha el Puntiagudo. Todo el grupo en la cima. El enorme cráter del Volcán Puyehue. Oier en la parte superior del descenso. Dicen que para que un viraje sea Telemark se tiene que ver la suela de la bota. Bonito estilo el de Aitor, ¡vaya progresión! Txasti suelta gas ante el Tronador, el siguiente objetivo. Oier angulando cadera. En algunos tramos los cantos sacaban chispas. En el Puyehue falló la nieve polvo. Txasti ante los lagos de Puyehue; allí se encuentra Entrelagos. Aitor quemando ruedas. Al fondo el Tronador, ¿se portará bien con nosotros?.
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