Txentxo y Jorge con Ishinca al fondo.
Serac en medio del camino.
Después de haber subido al Urus, decidimos culminar en el Ishinca. Para aclimatar mejor nos subimos a dormir a la zona de la morrena que se encuentra sobre los 4900 metros. Como tenemos dos meses por delante nos sobra el tiempo así que vamos sin prisas. Nos subimos la tienda al morrena y al poco empieza a caer una tormenta de nieve espectacular. Esta va a ser la tónica de nuestra estancia en Perú, sol por la mañana, tormentones popr la tarde.
A primeras horas de la mañana nos vamos moviendo en el saco y oímos como el grupo de madrileños va llegando. Son unos amigos de amigos comunes y hemos coincidido en el hostal de Huaraz, subimos todos juntos. El Ishinca es bastante más entretenido que el Urus y su glaciar ya tiene algún serac, grietilla y arista final que le dan su salsa. Gorka y yo empezamos a notar los efectos de la aclimatación y se puede decir que en esta ascensión disfrutamos de verdad. Los pobres madrileños se arrastran un poquillo más, ¡bienvenidos al club!.
Después de esta cima Gorka y yo nos planteamos intentar el Tocqllaraju o bajarnos. Optamos por esto último ya que parece que nadie ha subido esta temporada y no nos apetece abrirnos toda la huella.
Xabi en la arista cimera.
Gorka y Xabi en la cima de Ishinca.
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